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El pavoroso crimen se registró en el barrio Jazmín Occidental, de la localidad de Kennedy.
Según el informe preliminar de la Policía, la niña había salido de su casa a hacer un mandado y no retornó, por lo que sus padres pusieron la respectiva denuncia.
Inmediatamente la Policía emprendió las operaciones de búsqueda, en medio de las cuales recibieron una llamada sobre el hallazgo del cadáver de la menor.
El cuerpo de la niña registraba signos de haber sido objeto de abuso sexual, además de torturada, pues su cuerpo presentaba mutilaciones y quemaduras.
En principios se cree que se trató de una venganza, al parecer de una de las bandas criminales que manejan el narcotráfico en la zona.
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