Royal Bank of Scotland
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Royal Bank of Scotland (RBS), entidad controlada en un 82% por el Gobierno británico, ha alcanzado un acuerdo con las autoridades de Reino Unido y EEUU por el que abonará una multa de 615 millones de dólares (455 millones de euros) por su implicación en la manipulación de la tasa del mercado interbacario de Londres (Libor), de referencia en el mercado anglosajón, informó la entidad.

En concreto, RBS pagará 87,5 millones de libras esterlinas (103 millones de euros al cambio actual) a la Autoridad de Servicios Financieros (FSA) de Reino Unido, así como 325 millones de dólares (241 millones de euros) a la Comisión del Mercado de Futuros y Materias Primas de EEUU y otros 150 dólares (111 millones de euros) al Departamento de Justicia estadounidense.

"Las investaciones de las autoridades desvelaron la conducta inapropiada de 21 empleados de la entidad predominantemente en lo que respecta al envío de información para fijar los tipos del Libor en yenes y francos suizos", precisó la entidad en un comunicado, donde señala que también se encontraron "fallos graves" en los sistemas de control de riesgos del banco.

Asimismo, como parte del acuerdo alcanzado con el Departamento de Justicia de EEUU, RBS ha alcanzado un acuerdo de enjuiciamiento diferido con relación a un cargo por fraude electrónico respecto al Libor en francos suizos, así como en relación a un cargo por violación de las normas antimonopolio respecto al Libor en yenes, aclaró el banco.

Por otro lado, la filial de la entidad escocesa RBS Securities Japan Limited ha acordado declararse culpable de una cargo por fraude electrónico relacionado con el Libor en yenes.
Tras este acuerdo, ya son tres las entidades sancionadas por el escándalo de la manipulación de los tipos del Libor, después de que Barclays aceptara el pasado verano abonar 450 millones de dólares (333 millones de euros) por esta cuestión, mientras que el suizo UBS pactó una multa de 1.400 millones de francos suizos (1.138 millones de euros).

El presidente de RBS, Philip Hampton, reconoció la gravedad de las deficiencias halladas en los sistemas de control del banco y en la integridad de un reducido grupo de empleados. "Este es un día triste para RBS, pero también es importante para corregir los fallos del pasado (...) Tenemos que arreglar la cultura del sector bancario", añadió.

Por su parte, el consejero delegado de la entidad escocesa, Stephen Hester, expresó su "condena" por el comportamiento de un grupo de empleados que trató de manipular algunas tasas del Libor entre 2006 y 2010. "No hay lugar en RBS para esos comportamientos", aseveró.

"Tenemos la determinación de subsanar un amplio rango de fallos en los sistemas de control y de gestión de riesgos que se produjeron en RBS durante los años del 'boom' financiero", añadió.