Dmitry Medvedev
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Dmitry Medvedev aparece intercambiando sonrisas confidenciales con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mientras una música siniestra suena de fondo. El cadáver del aliado ruso Muamar el Gadafi, derrocado por rebeldes ayudados por Occidente, es arrastrado por el suelo. Una cámara enfoca al primer ministro, sudando y cambiando de postura incómodo en una silla.

Un narrador pronuncia la palabra "traición".

Un vídeo colgado en Internet que dura más de una hora utiliza métodos que recuerdan a la antigua Unión Soviética para vituperar al primer ministro, situado ya a la sombra del presidente Vladimir Putin.

Con imágenes de archivo y entrevistas al parecer recientes, presenta a Medvedev como un personaje débil dispuesto a renunciar a los intereses en beneficio de un Estados Unidos confabulador - "no un aliado leal", en palabras del ex primer ministro Yevgeny Primakov, uno de los que parece haber hablado con el anónimo director.

El futuro de Medvedev está en el aire desde que devolvió la presidencia a Putin el año pasado y recuperó el cargo de primer ministro después de cuatro años en el Kremlin.

Poco después, Putin reprendió públicamente a dos ministros de Medvedev y despidió a uno de ellos. Más recientemente, el ministro de Defensa, Anatoly Serdyukov, fue despedido por un escándalo multimillonario de corrupción.

El jueves, Putin apareció en la televisión estatal mirando hacia el techo, mientras su primer ministro pronunciaba su visión quinquenal para el desarrollo económico del país.

El vídeo, que tiene una producción profesional, critica específicamente a Medvedev por haber permitido la aprobación de resoluciones en la ONU que llevaron a la caída y muerte del líder libio Gadafi, uno de los principales clientes de Rusia en acuerdos petroleros y armamentísticos.

Medvedev se ha defendido en el pasado por acusaciones similares, argumentando que Occidente sobrepasó los parámetros de la resolución al lanzar ataques aéreos para apoyar a los rebeldes.

"Rusia no solo prestó su apoyo a la voz de la comunidad internacional. Dmitry Medvedev intentó proporcionar un servicio más valioso y resultó ser la traición", dijo el narrador, retratando a Medvedev como una marioneta de Occidente.

Una portavoz del primer ministro no quiso hacer declaraciones.

El vídeo - el segundo de este tipo contra Medvedev en seis meses -, las turbulencias en el Gobierno - con el despido del ministro de Defensa - y las dificultades económicas conspiran para debilitarlo.

"Hay rumores que han circulado desde hace tiempo que no duraría mucho en su cargo de primer ministro", Maria Lipman, analista del centro de estudios Carnegie en Moscú.

"No es razonable mantener un personaje débil como primer ministro en un momento en el que necesitas visión y firmeza".

Sin embargo, a Putin podría convenirle mantener a alguien que no tiene un apoyo firme por sí solo. Además, podría beneficiarle mantener distancias con futuras decisiones económicas impopulares, de las que podría culparlo.